domingo, 14 de octubre de 2007

Patriotas

Emilio Garoz Bejarano - Madrid - 13/10/2007

Yo no entiendo mucho de patriotismo, por eso me gustaría que alguien me explicara qué clase de patriotas son aquellos que, por muchas banderas que enarbolen, se dedican a silbar y a abuchear mientras se homenajea a los muertos por la patria. Cada vez estoy más convencido de la verdad del aforismo que dice que el patriotismo es el último refugio de los canallas.


El patriotismo es el último refugio de los canallas. La verdad de este aforismo alcanza su máxima plenitud cuando vemos como se asesina en nombre de la patria; cuando se pierde el respeto por los muertos -muertos precisamente sirviendo a esa patria a la que se dice amar- reivindicando a la patria; cuando la palabra "patria"sustituye a cualquier otra, anula todo diálogo, ensombrece todo lenguaje. La patria: una entidad inexistente, un concepto que se hace aparecer como lo único real, en provecho de unos pocos que arrastran tras de sí a una cohorte de descerebrados. La patria, que no sabemos si es una bandera, un nombre, un discurso o una excusa. El patriotismo es el último refugio de los canallas... y de los cobardes, y de los imbéciles.

martes, 2 de octubre de 2007

La Historia y el Absoluto (II)

2.- La racionalidad de todo lo real. la concepción dialéctica citada en el trabajo anterior conduce al archiconocido corolario Todo lo real es racional, todo lo racional es real. Todo lo real es racional puesto que implica en sí mismo el movimiento dialéctico realizado por la Razón en aras del Saber Absoluto. Todo lo racional es real puesto que la realidad no es sino en tanto en cuanto es pensada. Para Horkheimer la doble afirmación lo que en el fondo implica es que el mundo está en orden, concepción que también es mantenida por Foucault, para el cual la misión de la metafísica como Teología y Teleología es la de mantener el mundo en orden. para Horkheimer, sin embargo, hay una contradicción entre las dos partes de la frase, contradicción que se rompe cuando introducimos en ella el concepto de conocimiento incondicionado, que lleva en sí el principio de identidad entre sujeto y objeto como requisito indispensable para la existencia de la verdad. De esta manera el sujeto del acontecimiento tiene que ser pensado como idéntico absoluto, lo cual equivale a decir que tiene que ser infinito. El conocimiento de lo particular se fundamenta así en el saber de la totalidad, con o cual lo particular se subsume a lo universal, y cualquier pretensión de validez de un saber particular pasa por que el saber de la totalidad a qué está subsumido se vea realizado.
Esta racionalidad de lo real es lo que a a atacar Nietzsche en sus Consideraciones Intempestivas. efectivamente, la norma de conducta del cultifilisteo es no criticar a la racionalidad, que es lo real; pero esta norma de conducta es la que sigue también la historia. La Historia entendida como el proceso dialéctico de los acontecimientos históricos particulares es racional y también real. Es real, y por lo tanto racional, de modo que tiene su camino y, sobre todo, tiene una meta marcada, con lo cual nada importa lo que nos vayamos dejando por el camino. por lo cual todo lo que ocurra en el curso de la Historia estará justificado por la marcha implacable de ésta y por la racionalidad que este discurrir implica y que subsume a su vez todo el discurrir. El pálpito teológico de esta visión es claro: puesto que la racionalidad de lo real subsume al curso de la Historia, lo que en definitiva busca es una meta, que será absolutamente racional y que se encargará de redimir todo el devenir histórico.
Para terminar vamos a intentar hacer una recapitulación de todo lo tratado en el presente escrito.
1.- La formación de conceptos hace que nos olvidemos de los conceptos subsumidos bajo conceptos superiores. En última instancia la formación de conceptos tales como pueblo, patria, etc. hace que nos olvidemos de los individuos.
2.- La visión dialéctica de la historia hace que el Absoluto que la guía funcione como todo englobador, de manera que los momentos históricos se convierten en relativos frente a la meta absoluta. las barbaridades históricas encuentran así su máxima justificación.
3.- La racionalidad de todo lo real, justificada a su vez por la dialéctica, hace que el mundo se mantenga en orden.
4.- La Filosofía y la Metafísica van a aparecernos como Teología, puesto que el Absoluto final, en última instancia, funciona como redentor de las miserias y los males particulares que se dan en cada momento histórico. Por otro lado, la Filosofía se vuelve así optimista.
Si hubiera que resumirlo todo en una frase yo diría Todo lo real es racional, todo está justificado