lunes, 25 de abril de 2011

El absurdo nacional

 Si en España existe un deporte nacional ese es el de decir absurdeces o caer en situaciones carentes de toda lógica como si fuera la cosa más normal del mundo y sin que a nadie se le mueva un pelo del bigote. Desde la tabarra constante que llevan dándonos durante casi un mes con los partiditos de balompié entre el Barcelona y el Real Madrid –eso, estando las cosas como están, que lo lógico sería que a los ciudadanos les importara un rábano que veintidós tíos que juntos cobran más que el presupuesto anual de muchos países se pongan a dar patadas a una pelota- hasta la cancha que le están dando a las vacaciones de Semana Santa en todos los medios –supongo que hay que activar de vez en cuando las válvulas de escape de la presión social- la verdad es que resulta difícil destacar algún caso que descolle sobre los demás por su falta de sentido. Y no porque haya pocos, sino más bien porque son todos.
 Por poner un ejemplo, hace poco se discutía en la Comisión de Defensa del Congreso la oportunidad de ampliar la misión española en Libia, justo poco después de que se descubriera que las tropas de Gadafi habían utilizado bombas de racimo de fabricación española –que no es que las bombas que no son de racimo maten menos, pero así están las cosas-. Dejando aparte algunos absurdos secundarios como las explicaciones de la Ministra Chacón al respecto de que el objetivo de la misión militar no es expulsar al dictador, sino proteger a la población civil de sus ataques, esa misma población civil que está siendo víctima de los bombardeos de la OTAN (aparte de los de Gadafi) y que uno piensa que lo que quiere es que la dejen en paz unos y otros, nuestras señorías se enzarzaron en una discusión acerca de quién había vendido bombas de racimo a quién, lo que demuestra lo que les importan los sufrimientos de la población libia. Hete aquí que el PP, apoyando lo que había dicho su líder máximo José María Aznar –el de la Guerra de Irak- en un mitin el fin de semana anterior, acusa al Gobierno del PSOE de vender las susodichas armas a Gadafi, olvidando que España es el tercer exportador mundial de armamento después de los Estados Unidos e Israel y que aquí han vendido armas a todos los dictadores todos los gobiernos que han existido, desde el primero hasta el último. Y hete aquí también que a la señora Chacón sólo se le ocurre responder que esas armas se vendieron en el año 2007, cuando era legal hacerlo, pero que fue su Gobierno el primero del mundo que en 2008 prohibió su fabricación y exportación. Si en el año 2008 el Gobierno prohibió las bombas de racimo fue porque era consciente de que no son precisamente caramelos. Así que si las vendió en el año 2007 porque era legal, también sabían que no estaba bien hacerlo. Es decir, que según la señora Chacón el Gobierno de PSOE vendió bombas de racimo siendo consciente de que cometía un acto inmoral, aunque fuera legal. Para entendernos, que si ustedes saben que algo está mal pero es legal lo hacen aunque sepan que está mal porque al fin y al cabo es legal. Lástima que ningún diputado recordara a la señora Chacón la frase del Cary Grant en Arsénico por compasión, “no sólo es un delito, es que además está mal”.
 Ahora, que hablando de absurdos, no hay ninguno mayor que el que se produce esos días santos, cuando determinadas cofradías de penitentes llevan una estatua de madera hasta la puerta de una prisión, lo que sirve para que un recluso quede en libertad. Es una tradición, dirán algunos –que proviene de una costumbre judía de hace más dos mil años, añado yo- y no pasaría de ser una tradición si no fuera porque por estas mismas fechas estamos asistiendo al caso de un individuo condenado por terrorismo, que ha cumplido su condena y al que pretenden volver a encarcelar porque se considera que el tiempo que pasó, encerrado, en prisión preventiva no es acumulable al total de su pena. Es decir, que se tiró seis años en la cárcel por la patilla. Y que conste que esto no lo digo yo, sino el Tribunal Constitucional, que se supone que es la más alta institución judicial del país. Para más inri, ahora resulta que han descubierto no se qué informe que demuestra que Bildu es una estrategia electoral de ETA. Es decir, que ya sabían los que diseñaron la susodicha estrategia que Sortu iba a ser ilegalizado (curioso entonces que no diseñaran una estrategia para que legalizaran su primera opción), vaya usted a saber cómo.
 Pero quizás el mayor absurdo de todos sea el que se da cuando vemos a esas señoras y señores que lloran desconsoladamente porque no ha podido salir la procesión de turno por culpa de la lluvia -¿cómo es que Dios permite que la lluvia impida los homenajes a su hijo, muerto por su voluntad divina?- pero no se inmutan ante los miles de niños que mueren de hambre cada día en el mundo. Y ya el remate es que en un país laico y aconfesional como éste una cadena pública de carácter estatal haya estado cuatro días retransmitiendo una misa detrás de otra.

No hay comentarios: