miércoles, 27 de noviembre de 2024

La gran política y el pequeño estadista

 Dicen que la Política es el arte de lo posible, de hacer real lo posible. Lo posible, no  lo imposible, y por definición lo imposible es lo que no puede ser porque es contradictorio. Lo contradictorio es lo que no puede ser y no ser a la vez, así que lo imposible es justo eso, ser y no ser a la vez. Según estas definiciones un gran estadista o un gran político será aquel que es capaz de llegar hasta los límites de la posibilidad para, se supone, defender el bien común. Y un pequeño estadista o un pequeño político será aquel que acabará sobrepasando esos límites y caerá en la imposibilidad, hará de la política el arte de lo imposible, y como lo imposible no puede ser, no hará política. No se dedicará entonces al bien común, sino tan solo a su propio bien.

Hay quien dice que el señor Sánchez Pérez-Castejón es un gran político y un gran estadista porque supo aunar las diferentes voluntades de los grupos parlamentarios para llegar a lo que era posible aunque pareciera imposible, es decir, a gobernar aun habiendo perdido las elecciones. Se trataba de sumar mayorías, y aquí es donde yo creo que el ínclito señor Sánchez Pérez-Castejón y sus fieles seguidores han confundido la posibilidad matemática con la posibilidad lógica, pues si bien las mayorías parlamentarias conseguidas eran matemáticamente posibles, lógicamente no lo eran. Eran y no eran a la vez. Y eso es lo que le está estallando en la cara al gobierno en la reciente negociación sobre la reforma fiscal, lo mismo que en las anteriores y en las que vendrán: la causa de que solo se hayan aprobado dos leyes, o así, en lo que va de legislatura y sigamos sin presupuestos. Porque si bien siete diputados de Junts más siete de ERC suman catorce diputados, resulta que los siete de Junts son de derecha y no de izquierda y los siete de ERC son de izquierda y no de derecha, con lo cual la suma de los dos acaba siendo de izquierda y no izquierda y de derecha y no de derecha. Es decir es y no es la vez y por lo tanto es imposible. Siguiendo la misma lógica, lógicamente, esto le supone al Gobierno que si promete algo a la izquierda se lo tiene que negar a la derecha y si se lo promete a la derecha se lo tiene que negar a la izquierda, con lo cual promete y no promete a la vez, es y no es, de tal manera que el gobierno del país es un gobierno imposible.

La política, entonces, ya no es el arte de lo posible, y el señor Sánchez Pérez-Castejón no es un gran político, sino un pequeño estadista. No ha hecho real lo posible, sino que se ha liado en la imposibilidad y, lo que es peor, ha liado a toda la nación, cosa que a él le da exactamente igual, porque lo único que le importa es él mismo. Y cuando digo él digo él, ni su hermano, ni su esposa ni su padre: Él, así en mayúsculas, como Dios. Así que imagínese lo que le importamos usted o yo.


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