sábado, 1 de marzo de 2008

Kosovo

Imagínenese ustedes que mañana todos los andaluces que viven en el cinturón industrial de Barcelona deciden segregar el territorio y unirse a Andalucía. O que los inmigrantes ecuatorianos (por ejemplo) que habitan en el distrito centro de Madrid se declaran independientes. Pues eso es más o menos lo que ha pasado en Kosovo. Antes de decir nada hay que dejar claro un hecho: Kosovo se ha independizado unilateralmente rompiendo todas las leyes, tratados y normas del Derecho Internacional y apoyado por otros países que tiene experiencia en esto de no hacer ni caso de las leyes internacionales: EE.UU., Reino Unido, Francia y Alemania -y digo estos cuatro porque son los que cuentan, los demás son puras comparsas-.
Una vez dejado claro este hecho objetivo incotrovertible vamos a ver por qué todavía hay gente que lo niega. La primera razón, y la más importante, es que los albaneses fueron víctimas de una limpieza étnica por parte de los serbios y eso-como bien demuestra el caso de Israel- les da derecho a hacer lo que les venga en gana. La realidad es ligeramente distinta. Con la Constitución de Yugolavia de 1974 Kosovo obtiene la autonomía.A partir de aquí los serbios que viven en el terrritorio son dsicriminados, convertidos en ciudadanos de segunda. De hecho, los albaneses aprovechan la autonomía para introducir en las ecuelas antiguos manuales de la época de Enver Hoxha. En 1989 la autonomía de Kosovo es revocada por un referéndum serbio en el que los albaneses se niegan a participar, y se introduce una nueva Constitución más democrática, con un sistema multipartidista y respetuosa con los derechos humanos. En ese momento los albaneses inician una política de limpieza étnica de los serbios en Kosovo llevada a cabo por la organización terrorista ELK (Ejército de Liberación de Kosovo, UÇK en sus siglas albanesas) -reconocida como tal por la organización americana Centro de Norticias para el Estudio del Terrorismo y la Violencia (BORR), por el enviado especial de EE.UU. para los Balcanes Robert Gelband, sospechosa de tener vínculos con Al Quaeda y que fue conminada en octubre de 1999 por Amnistía Interacional a poner fin a los abusos contra los derechos humanos-. Esto hace que los serbios se vean obligados a refugiarse en el norte del país, en la frontera con Serbia, que es el territorio que ocupan actualmente. Serbia envía su ejército a Kosovo para proteger a los ciudadanos serbios, hasta que en 1999 los ejércitos de la OTAN intervienen bombardeando Belgrado y dando lugar a la segunda Guerra de Kosovo. Terminada la guerra con la rendición del Serbia y la victoria de ELK nunca se pudo asegurar que las cuatro supuestas fosas comunes supuestamente encontradas, con aproximadamente una decena de cuerpos en cada una (veánse los diarios de la época) fueran tumbas de albaneses y no de serbios asesinados por el ELK. En realidad, la únicas pruebas existentes de genocidio son las denuncias de algo más de dos mil desapariciones de las cuales unas seiscientes son de serbios. Ni un solo militar serbio fue juzgado por genocidio en Kosovo -a excepción de Milosevic, al que se le metió todo en el mismo saco, aunque en febrero de 2007 la Corte Internacional de Justicia de la ONU absolvió, por trece votos contra dos, a Serbia de la acusación de genocidio en Bosnia-. Al finalizar la guerra se celebraron en Kosovo unas elecciones, ganadas por Ibrahim Rugova, antiguo jefe del ELK, que curiosamente no fueron reconocidas por ninguno de los países que ahora apoyan la independencia.
Así pues, Kosovo tiene el mismo derecho -moral y legal- a la independencia que Cataluña y el País Vasco, es decir, ninguno. Se podría apelar a oscuros derechos históricos que se remontan al siglo XIV lo mismo que se podría apelar a los fueros medievales que fueron abolidos por los Decretos de Nueva Planta de Felipe V para dedender la independencia de Cataluña y el País Vasco. El hecho es que Kosovo no tiene ni bandera y ha tenido que elegir una deprisa y corriendo. En estas tesituras el hecho de contemplar espectáculos tan patéticos como el de los dirigentes independentistas catalanes brindando con cava por la independencia de Kosovo produce retortijones de estómago, lo mismo que escuchar a los líderes de PNV decir estupideces y barbaridades tales como que Kosovo ha logrado la independencia sin disparar un solo tiro.
De la misma manera que tampoco valen la excusas de cierta izquierda argumentando que el caso de Kosovo y el de Cataluña y el Pais Vasco no son el mismo -cosa que no aceptan tampoco los nacionalistas, pues para ellos el caso es exactamente el mismo- El caso de Kosovo es igual que el de Cataluña y el Pais Vasco: una minoría que intenta imponer sus razones a una mayoría, sin ningún derecho, ni legal, ni moral, ni histórico, ni nada.
Hoy en día Kosovo es el territorio más peligroso del mundo, poblado de asesinos y delincuentes de todo tipo, muchos de ellos ex-miembros de las antiguas guerrillas del ELK -y que parece ser que es lo único que pueden expotar-. Con su independencia es como si la Isla dde la Tortuga del siglo XVII se trasladara al corazón de Europa. ¿Quién va a mantener a este Estado, que separado de Serbia no tiene ningún recurso, excepto el crimen?. Supongo que los EE.UU. que harán de él un estado títere como Irak. Para terminar, con un Kosovo independiente la misión de la OTAN pierde su razón de ser con lo cual es de esperar que el gobierno español que salga de las elecciones -puesto que ni PSOE ni PP reconocen la independencia- retire las tropas españolas allí situadas lo antes posible.

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