viernes, 11 de marzo de 2022

Disuasión y Perogrullo

 

Al día siguiente de leer en el periódico progresista-reaccionario el artículo que fue objeto de mi escrito anterior, leí otro, supongo que de la misma colección que, si bien no demostraba que su autora fuera una imbécil peligrosa, si que venía a mostrar que cualquiera puede tener un cargo rimbombante y escribir obviedades en un periódico, seguramente cobrando por ello. Esta vez si que apunté el nombre de la autora del artículo, Shannon Bugos, y su profesión, Analista Política de la Asociación por el Control de Armas, con sede en Washington (D.C.). Aunque intenté leer dicho escrito hasta el final, más o menos a la mitad decidí que tenía muchas cosas que hacer y que no podía seguir perdiendo el tiempo con aquella sarta de perogrulladas, aunque, al igual que la vez anterior, la entradilla del mismo era más suficiente para poder saber lo que venía detrás. Decía ésta que: “El presidente ruso ha demostrado que tener armas atómicas no impide a los países que las poseen empezar guerras importantes”. Les prometo que leí dicha entradilla varias veces, convencido de que había leído mal, y si me lancé a leer el resto del artículo fue por comprobar si en dicha entradilla existía algún error de traducción, de tal forma que el cuerpo del texto desmintiera lo dicho en ella. Pero, lejos de ello, comprobé desolado que más bien lo ratificaba.

            En España solemos hablar de verdades de Perogrullo, que son verdades como puños. A lo mejor si la señora o señorita Bugos hubiera sido española habría pensado en ello antes de escribir lo que escribió. O a lo mejor es que el oficio de analista político implica confundir las cosas y no enterarse de nada. No lo se. Lo que si que se es que, no es que poseer armas atómicas impida empezar guerras sino, más bien al contrario, es el hecho de poseer armas atómicas lo que permite empezar esas guerras. Es decir, el hecho de poseer armas atómicas lleva a los países que las poseen a poder permitirse empezar guerras importantes, estando seguros de que la posesión de esas armas va a limitar la respuesta de todos aquellos que podrían responder a una agresión. Eso es lo que ha demostrado el presidente ruso, aunque en realidad no había nada que demostrar porque es de Perogrullo que el que tiene mejor armamento está más capacitado para empezar una guerra que el que no lo tiene, ya sea esta armamento ojivas nucleares o piedras y palos. Desconozco la edad de la autora del texto, pero esto es lo que en la Guerra Fría se llamaba disuasión. El hecho de poseer armas atómicas disuadía a los potenciales enemigos de un país de lanzar un ataque contra éste, y si Ucrania hubiera poseído este tipo de armas, seguramente el presidente ruso se lo habría pensado dos veces antes de atacar. Así que el presidente ruso, a pesar de Bugos, no ha demostrado nada sino lo que ya se sabía y que desde luego no es lo que Bugos pretende.

            Enlazo esto dicho hasta ahora con un cartel que vi el otro día en la Facultad de Filosofía de la Universidad Autónoma de Madrid, en el cual una asociación estudiantil, supongo que de izquierda por la estética del cartel, pedía de salida de Ucrania de las tropas de Moscú y de la OTAN. A mi me hubiera gustado preguntarles a estos muchachos dónde hay tropas de la OTAN en Ucrania. Porque, volviendo a hilo conductor de este escrito, la prueba de que no las hay es que hay tropas de Moscú, y si hubiera tropas de la OTAN no habría tropas de Moscú. Otra vez el viejo concepto de disuasión. Si Putin ha atacado Ucrania es porque sabía que la OTAN no iba a responder, y si la OTAN se hubiera adelantado y hubiera estacionado tropas en Ucrania, seguramente Rusia no hubiera atacado.

            Termino este escrito como terminé el anterior. Es desesperante ver como no aprendemos nada de la Historia. Que Europa aún no haya aprendido que la única manera de detener a un matón es usar sus mismas armas. Y espero que, como la otra vez, cuando Europa se quiera dar cuenta de ello no sea demasiado tarde.

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