viernes, 26 de enero de 2024

Más dinero

 Hay veces que parece que el destino hace que se alineen los astros para que lo que has deseado, o pedido, te sea concedido. Algunos a esto lo llaman casualidad, sea lo que sea el caso es que las casualidades se dan, y como. Fíjense ustedes que escribía yo el otro día acerca de los torpes que resultaban los alumnos españoles en matemáticas y lengua, cuando leo que el gobierno va a implementar un plan de refuerzo para que los alumnos mejoren en matemáticas y lengua, precisamente. Convencido de que los dioses me habían escuchado, corrí ávido a ver las noticias en televisión o leer los reportajes de los periódicos para deleitarme con aquello que iba a hacer que nuestros alumnos sean como los surcoreanos o, incluso, mejores y ya veía en letras de molde que los alumnos españoles eran los primeros en cálculo matemático en el próximo informe PISA. Pero, oh desilusión, veo que el gran plan del gobierno consiste en lo mismo de siempre: gastar más dinero, en este caso quinientos millones de euros. 

Quinientos millones de euros, pero ni rastro de cambios en la ley para que a los alumnos se les enseñen, de una vez, matemáticas. Porque vamos a ver, que tendrá que ver el dinero que se invierta en que los alumnos aprendan matemáticas, si luego los contenidos de la materia de matemáticas no pasan del dos más dos, o ni eso. Si a un alumno no se le enseñan matemáticas, porque eso de aprender contenidos está obsoleto, pasado de moda y además es antipedagógico, da igual todo el dinero que se gaste: los alumnos seguirán sin saber matemáticas. No alcancé a averiguar en qué consiste el famoso plan de refuerzo, más allá de los consabidos quinientos millones, pero supongo que irá en la línea de siempre: enseñanza individualizada, atención la diversidad y todas esas mandangas. Da todo igual. Podemos tener a un alumno con tres profesores de matemáticas para él solo. Si los profesores no pueden enseñarle matemáticas porque las leyes no les dejan, que es lo que está pasando, no las aprenderá. En algún otro sitio leí que se iban premiar a los profesores que enseñaran matemáticas socioafectivas. Me supongo que los tiros irán por ahí. Usted enseñe matemáticas con perspectiva de género, y si no sabe lo qué es eso no se preocupe que el Ministerio de Igualdad ofrece unos talleres estupendos para que todos los profesores se pongan al día en estas últimas tendencias matemáticas, talleres que imparten nuestros amiguetes y que son financiados por esos quinientos millones de euros destinados a reforzar las matemáticas. Luego la culpa de que los alumnos no aprendan será de los profesores, porque el gobierno ha hecho todo lo que está en sus manos. Eso sí, si usted es profesor de matemáticas no se le ocurra pretender que sus alumnos aprendan matemáticas. 

Leo también que el mismo gobierno, que es el que tenemos, va a prohibir que los alumnos lleven el móvil a clase. Pienso para mí que tendrán que poner a algún policía o a alguien que vigile dicha prohibición. Pero, iluso de mí, pronto caigo en la cuenta de que no. Para vigilar ya están los profesores. No se trata de que enseñen, se trata de que hagan de policías. Ese es el papel que nos queda. Menos mal que me jubilo dentro de poco.


viernes, 19 de enero de 2024

Miseria de la enseñanza

 Hace un par de días leí que una pareja de profesores había publicado un libro en el cual se desarrollaba la idea de que la enseñanza y el aprendizaje por proyectos era una fracaso y una farsa para los alumnos. Lo único que me sorprendió de dicha noticia fue el hecho de que haya gente que, dedicándose a la docencia, tenga tiempo de escribir un libro. Por lo demás, cualquier profesor que no esté  cegado por la ideología de las nuevas pedagogías sabe que el aprendizaje por proyectos es una filfa. Pero como todo. En realidad la enseñanza en España se ha convertido en una gran mentira en la que todos, profesores, alumnos, familias –la tan cacareada “comunidad escolar” que de comunidad no tiene nada y de escolar cada vez menos- estamos inmersos. Estos profesores hablan del aprendizaje por proyectos, pero es que ahora, años después de su imposición -pues una imposición fue- la Comunidad de Madrid se da cuenta de que la enseñanza bilingüe no sirve, ni para que los alumnos aprendan inglés, ni para que aprendan las materias que se imparten en inglés y decide que la asignatura de Geografía e Historia se va a impartir de nuevo en castellano. Y no  tardarán mucho en seguirla las demás, con lo cual el modelo bilingüe será otro experimento que acabará en la basura. Como la utilización de medios tecnológicos en el aula. Mucho se ha hablado estos días de los malos resultados que han sacado los países nórdicos, tradicionales cabezas de serie, en el último informe PISA. De lo que no se ha hablado tanto es de que estos países, vistos los resultados, han decidido cambiar radicalmente su modelo de escuela, han desterrado las TIC y han vuelto al paradigma tradicional de enseñanza, lo que viene siendo la tiza y los apuntes. Como están haciendo ya muchos colegios de élite en Europa, incluida España. Y no nos engañemos, esto no es un problema político -del problema político hablaré otro día- Es un problema que deriva del hecho de que los que imponen los criterios con los que se elaboran los currículos, es decir, los que no dicen a los profesores como tenemos que trabajar, son catedráticos de Didáctica o de Pedagogía que no han pisado un aula de Primaria o de Secundaria en su vida. Y así nos va. Hoy enseñamos objetivos, mañana estándares, pasado competencias, volvemos a los estándares, y los alumnos españoles son los más tontos de los países desarrollados, que ya no saben ni sumar, si nos apuramos un poco. 

Y , aunque muchos se echen las manos a la cabeza, tampoco es un problema de dinero, Si hay, más que un pozo sin fondo, un agujero negro que se traga todo lo que se gasta -porque de inversión ya tiene poco- en él es el sistema educativo. Son muchos millones los que se inyectan en el sistema sin que este muestre indicios de salir del hoyo. Y es que cuando a un alumno o alumna de quince años le dices que va a poder pasar de curso sin estudiar, cuando puede insultar a un profesor o venir a clase con las manos en los bolsillos, porque es consciente de que no va a tener ninguna consecuencia negativa, cuando les enseñas que el esfuerzo es de tontos, entonces el dinero no va a solucionar el problema. Más bien va a agravarlo.

Podría hablar de muchas cosas más -ya lo haré- pero voy a terminar con un hecho real que me ocurrió hace unos meses. Evaluando los resultados de un grupo de alumnos, una profesora -psicopedagoga por más señas-  afirmó, sin sonrojarse, que si un alumno con una adaptación curricular suspendía la culpa era del profesor, y que lo que tenía que hacer era bajarle el nivel hasta que aprobase. Supongo que ese alumno acabará aprobando. Pero será mentira.


viernes, 12 de enero de 2024

Deja vu

 Ha empezado un nuevo año y, como cantaba Julio Iglesias, la vida sigue igual. Y en el ámbito de política de andar por casa -en el peor sentido de la expresión- no iba a ser, por supuesto, menos. Leí ayer una noticia según la cual el señor Sánchez Pérez-Castejón había amenazado al señor Cima de Monte (Puigdemont por más señas), con convocar elecciones a finales de julio si no le votaba los reales decretos que había presentado en el Congreso. Vamos por partes porque esto tiene tela. Para empezar yo no acabo de entender cómo, en una democracia, se puede amenazar con convocar elecciones. Hombre, yo creo que la amenaza sería más bien no convocarlas. A no ser, claro está, que estemos hablando de personajes que consideran la democracia como un medio para alcanzar sus espurios intereses personales. En ese caso el convocar elecciones les supone el riesgo de perder el poder y entonces  sí que sería una amenaza. Para entendernos, que las elecciones sólo pueden ser una amenaza fuera de una democracia, así que tampoco hay que ser muy listos para atar algunos cabos. Pero vamos, que la supuesta amenaza solo podía quedar, como así ha ocurrido, en eso: en amenaza, o, más bien, en fanfarronada, o baladronada que es una palabra castellana muy bonita. Porque al primero que no le interesa convocar elecciones -que es lo que debería de hacer, por otra parte, si tuviera un mínimo de decencia, no ya política, sino siquiera personal- es al señor presidente del Gobierno, que corre el riesgo, muy serio, de volverlas a perder y, a lo mejor, hasta de no seguir gobernando. Pero es que al señor Pico de Monte (Puigdemont) tampoco le interesan las elecciones, no vaya a ser que le acaben metiendo en la cárcel. Vamos, que estos dos tipos se necesitan como el chocolate y los churros, para que uno aguante la poltrona y el otro no acabe entre rejas. Así que todo lo que se digan acerca de dejar de apoyarse no es el fondo más que pura palabrería hueca, eso sí, palabrería hueca que, al final, acaba pagando todo el país vía las cesiones del uno al otro. 

Pero lo que me ha llevado a un auténtico deja vu, no ha sido la supuesta amenaza de convocar elecciones, sino que éstas se iban a convocar a finales de julio. ¿Les suena eso de algo? Vamos, que la amenaza de convocar elecciones no iba en realidad contra el señor Cumbre de Monte (Puigdemont) sino contra todos los ciudadanos de este país que nos veíamos otra vez abocados a votar en plenas vacaciones y soportando la canícula de la época. Y mejor que se nos vaya haciendo el cuerpo, porque visto el buen resultado que le dio la última vez, la elecciones en España, a partir de ahora, van a ser entre junio y agosto. A lo mejor también presentan un decreto para esto

Por cierto, que he leído hoy que parece que corren rumores en el ámbito europeo acerca de que el señor Sánchez Pérez-Castejón está buscando un carguito fuera de España para abandonar el barco antes de que se hunda, porque ya ha visto que hace aguas por todas partes. Yo esto también lo he oído antes -que si perdía las elecciones locales no se iba a presentar a las nacionales- y ahí está. Así que todo esto no es más, como decía antes, que un tremendo deja vu del que no se si alguna vez saldremos. El último que tuvimos duró cuarenta años.