viernes, 5 de junio de 2009

Aquí huele mal y todos tan tranquilos

Este país apesta cada día más. Y apesta no cómo el reino de Dinamarca, dónde aún se podía captar un aroma más o menos romántico, sino como un corral donde durante mucho tiempo han fermentado los restos de una dictadura que se encargó de dejarlo todo atado y bien atado. Como no es cuestión vomitar más de lo necesario, porque ni los estómagos más fuertes podrían aguantar una descripción pormenorizada de los acontecimientos de las ultimas semanas, se va a ofrecer tan sólo una relación somera de algunas –tan sólo algunas- de las perlas con las que nos han regalado nuestros prohombres y promujeres. Y no se diga que lo que viene a continuación es una muestra de la baja calidad de nuestra clase política. Cada pueblo tiene la clase política que se merece –a la que vota y a la que sigue el juego- y cualquiera con dos dedos de frente podría elaborar una lista similar, incluso mayor. Si no se hace es simplemente porque no se tienen esos dos dedos de frente. Todo el mundo se queda tan tranquilo preocupándose tan sólo por lo mal que lo debe estar pasando la pobre Belén Esteban. Lo del franquismo sociológico es mucho más que una frase oportuna de D. Manuel (Fraga). Es una realidad que todos los que cogen el metro o un autobús pueden comprobar de manera sangrante. Pero dejemos las disquisiciones y echemos un vistazo a las hazañas de los próceres de la patria.
1.- El Tribunal Supremo admite una querella de un grupo de ultraderecha contra el juez Garzón por abrir un proceso contra Franco y los asesinos del régimen. Los asesinos siguen impunes y el que intenta juzgarlos es el delincuente. Y todos tan tranquilos.
2.- Mariano Rajoy no tiene reparos en anunciar que si ganan las elecciones europeas el Tribunal Superior de Justicia de Valencia archivará el caso contra Francisco Camps, porque el Presidente de la Sala que lo juzga es su amigo. Y todos tan tranquilos.
3.- El Tribunal Constitucional rectifica una sentencia del Supremo que ilegalizaba una candidatura compuesta por Terroristas tan peligrosos como Alfonso Sastre (Premio Nacional de Literatura Dramática en 1993), Doris Benegas y Nines Maestro, dando una lección de democracia y “constitucionalismo” al Gobierno, a la Ley de Partidos y a todos sus adalides. Y todos tan tranquilos.
4.- Rosa Díez, la Luchadora por la Libertad de los Pueblos, se apunta a la teoría de la conspiración del 11-M pidiendo la reapertura del caso. Hasta cierto punto es lógico: las deudas hay que pagarlas. Y todos tan tranquilos.
5.- Un cardenal de cuyo nombre no quiero ni acordarme espeta que el aborto es mucho más grave que los abusos cometidos contra los alumnos en “unos cuantos” colegios católicos. Y nadie le mete en prisión por hacer apología de la pedofilia. Todos tan tranquilos.
6.- Al PP sólo le preocupa que Zapatero vaya a los mítines en un avión militar. Al PSOE sólo le preocupa lo que hacía Aznar. Los nacionalistas van a lo suyo. Algunos como el BNG piden que el gallego sea idioma oficial en Europa. IU anda a ver lo que cae proponiendo la paralización del Plan Bolonia. Todo es una inmensa y premeditada ceremonia de la confusión. Y todos tan tranquilos.
7.- Una niña de dieciséis años no está capacitada para tomar por si sola la decisión de abortar, pero sí para ser madre. Parménides y Aristóteles arrancándose la barba. Y todos tan tranquilos.
8.- El Betis baja a segunda y se monta una revolución. Ahí sí que no están todos tan tranquilos.
El próximo día 7 de junio los españoles están convocados a las urnas. La gran mayoría de ellos no saben lo que van a votar ni para qué. Unos votarán para echar a Zapatero, otros para que metan en la cárcel a Camps, algunos para poner en su sitio a Chaves y algún ingenuo para que dimita Esperanza Aguirre. Se nos dirá que hay que ir a votar con la nariz tapada, que hay que votar para que todo cambie, para darle una lección a los políticos, para demostrar la madurez y la responsabilidad del pueblo o quién sabe para qué zarandajas más. Cabe otra posibilidad más: la de no votar. La de demostrar a nuestros malhadados y malhadadas salvapatrias que lo mejor que pueden hacer es coger el portante y marcharse por donde ha venido. Y empezar de nuevo.

1 comentario:

Espe dijo...

Menudo show...si es que entre tanto polvo y barullo en realidad nunca se ven los problemas reales.
Hay que hacer un ejercicio realmente interesante a la hora de plantearse qué nos están vendiendo esa gente y si realemnte están preparados para hacernos progresar o simplemente para dirigirnos como buenamete pueden como si de cual borregos se tratara.