jueves, 16 de noviembre de 2017

Vieja Patria


A mí la patria me huele a naftalina,
a sangre de toros y toreros y a mierda de caballo,
me huele a blanco y negro y a brasero,
me huele a patatas hervidas y a tocino rancio,
a danzas olvidadas y a canciones imposibles.
A mi la patria me huele a lo de siempre,
me huele a lo evidente,
pero yo no tengo la culpa de que los patriotas no se modernicen.
No tengo la culpa de que la patria sea una antigualla
que solo existe en mentes carcomidas
por el polvo de los siglos y de las hazañas.
A mí la patria no me sabe a nada
por eso prefiero apartarla y comerme la vida,
la patria la dejo para los que están a dieta
de libertad y de sabiduría.

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