viernes, 15 de mayo de 2009

11-M: Federico, pala y pico

Federico y Pedro Jota vuelven de nuevo al contraataque con su tema estrella, que parece que se ha convertido en el leit-motiv de su existencia, en una segunda piel en la que se encuentran mucho más cómodos que en la suya original cubierta de escamas. La situación política y económica es ideal para que la aparición de nuevas dudas y sospechas sobre los atentados del 11 de marzo resulte altamente beneficiosa para sus bastardos intereses. El caso es que estos hechos hace tiempo que quedaron aclarados en los tribunales de justicia y todavía mucho más tiempo –casi cinco minutos después de que estallaran los trenes- que lo estaban en el sentido común.
Desde un punto de vista judicial, ni el nuevo perito ni el nuevo informe que ahora aparecen como por arte de magia (o más bien por arte de quien ha pagado el informe) para intentar demostrar que lo que explotó en los trenes no era lo que se dijo y sí era lo que no se dijo, o se dijo pero no se creyó, son tan nuevos. El famoso perito es miembro de la Asociación de Víctimas del Terrorismo –asociación que se puso descaradamente de parte del Gobierno del PP, de la tesis conspiratoria y de la idea de que los autores del atentado no eran radicales islámicos- y ya actuó como tal en el juicio a petición de la acusación particular –acusación particular a la que el juez tuvo que llamar al orden porque en vez de acusar, como era su deber jurídico y constitucional, parece que defendía a los encausados- presentando el mismo informe, quizás algo menos extenso, eso sí. Un informe que fue rechazado por todos los demás expertos que declararon, que coincidían en que, a lo sumo, resultaba imposible determinar el tipo de explosivo que se había utilizado (entre otras cosas porque el almacenamiento conjunto de distintos tipos de dinamita las había contaminado, de tal forma que determinados compuestos químicos de un tipo podían hallarse presentes en otro) pero de ninguna manera asegurar que no era Goma 2 ECO y sí Tytadine. Sin nuevas pruebas, y no las hay, no se puede reabrir un sumario, como ya están exigiendo Pedro Jota y Federico, que no tardarán en pasar a la siguiente fase, consistente en acusar a los jueces que cumplen la legalidad de intentar ocultar la verdad.
Por lo que hace referencia al sentido común, a ninguna cabeza sana y decente le cabe pensar que ETA y Al Qaeda actuaron juntos (básicamente porque para los terroristas islámicos los terroristas vascos son infieles). Puestos a elucubrar podrían plantearse otras hipótesis conspiratorias. Por ejemplo, que al Gobierno del PP le interesaba un atentado de ETA para asegurar una elecciones que se le estaban escapando de la manos gracias a sus brillantes actuaciones en el caso del Prestige y en la Guerra de Irak. No es la primera vez que el PP gana unas elecciones gracias a los muertos que pone ETA y en el fondo es lógico: electoralmente el terrorismo siempre beneficia a los partidos que prometen más mano dura. Por eso, y conociendo el riesgo de un atentado islamista por los informes del CNI, decidieron ignorarlo. Y por eso cuando estallaron las bombas no perdieron un segundo en acusar a ETA –era algo que esperaban- cuando todos los expertos en terrorismo del mundo, incluidos la CIA y los Servicios Secretos israelíes –que incluso mandaron un equipo a España que es razonable pensar que no vino a investigar a los vascos- estaban de acuerdo en que era obra de terroristas islámicos. Al final les salió el tiro por la culata pero ahí estaban sus perros mediáticos para provocar un golpe de Estado civil. Por supuesto esta es una mera hipótesis que cuenta con las mismas pruebas que la otra: ninguna. Y posiblemente sea una canallada, pero no más que lo que Federico y Pedro Jota dicen y escriben todos los días. En todo caso es más plausible que la existencia de una conspiración secreta entre ETA, el PSOE, los Servicios Secretos marroquíes (a todo esto la Inteligencia Francesa, que conoce de forma automática hasta el vuelo de una mosca si éste se produce en el Norte de África, sin enterarse), el CNI, la Guardia Civil, la Policía y Al Qaeda. Y todo esto no para dar un vuelco al orden mundial, sino tan sólo para conseguir que el PP no ganara las elecciones.
No necesitamos saber la verdad porque ya la sabemos. El Gobierno se dio cuenta de que había cometido un error ignorando los informes del CNI y de que se podía beneficiar electoralmente de los atentados, y mintió para proteger sus intereses. Y lo peor es que hubo y hay gente que, bien por ignorancia supina bien por excesiva buena fe, les creyó y les cree -al PP y a sus mamporreros-. A Federico ya le han condenado por difamar a Alcalde de Madrid faltando a esta misma verdad, con lo cual es de suponer que ahora también pedirá la suspensión de este juicio. El porqué siempre vuelven sobre lo mismo sí sería un tema para una trama conspiratoria.

1 comentario:

Juan Lopez Sacedo dijo...

wenas le dejo aqui un link que creo le sera de ayuda en comprender el funcionamiento de este sistema:

http://www.youtube.com/watch?v=IzfGMyMDNpE