Prietas las filas, recias, marciales, frente al televisor, porque se acabó la Eurocopa pero ahora llegan ¡los Juegos Olímpicos!. La gran oportunidad de salvaguardar el honor patrio y demostrar nuestro españolismo sin fisuras gracias al esfuerzo de otros a los que lo que menos les interesa es el honor patrio y el españolismo. Por fin tenemos la gran oportunidad de no dejar dormir a nuestros vecinos gracias a nuestros valerosos y entregados deportistas de élite. Pero como hay que ser realistas y no podemos pensar que vamos a ganar en todo vamos a ver en qué disciplinas tenemos oportunidades para volcar todo nuestro ánimo y nuestro patriotismo en ellas, dejando a un lado aquellas en las que no podemos ser "citius, altius, fortius". Haciendo un leve inciso hay que decir que en realidad el común de los mortales no puede ser citius-altius-fortius, en nada. Y que tampoco hace falta. El lema olímpico no es más que una muestra palpable de los ideales competitivos del capitalismo en el que surgen los juegos olímpicos modernos. Pero, Dios Mío, estoy renegando de los sanos ideales del deporte que se ve desde el sofá, así que espero que las altas esferas me perdonen y volvamos a lo nuestro.
En qué podemos ganar. En tenis, con Rafael Nadal, que se embolsará una buena cantidad de dinero por conquistar la medalla de oro -porque estos juegos son para amateurs pero no tanto- y todos saldremos alborozados a la calle a celebrar el engrosamiento de su cuenta corriente. En baloncesto, donde más de la mitad del equipo juega en Estados Unidos, no porque les paguen más, no, sino porque así llevan el nombre de ¡España! por el mundo. En ciclismo...., bueno en ciclismo como siempre no nos comeremos un colín. Hay un tipo que rema que a lo mejor gana algo, pero da igual, si gana a tirar petardos a las tres de la madrugada. Tenemos oportunidades en marcha atlética, que como todo el mundo sabe es el deporte nacional. Luego están el balonmano, el voleibol, y la natación sincronizada -que levanten la mano los que ven estos deportes normalmente, sobre todo el último-. En waterpolo igual también nos llevamos algo -¿alguien sabe cómo se juega al waterpolo?-. Como en el Comité Olímpico Internacional son unos rencorosos no admiten como deporte olímpico el lanzamiento de cabra ni las vaquillas, que ahí seguro que arrasábamos. Y el fútbol me lo dejo para el final porque ni siquiera sé si estamos clasificados, ahora bien, si lo estamos, ¡qué tiemblen, no los chinos, sino los que tengan que trabajar al día siguiente de la final!. Cómo ha dicho nuestra ínclita Ateza Real Don Felipe de Borbón y Borbón Príncipe de Asturias, a por ellos -¿ pero a por quién?, joder, que miedo me da esto-. Pues nada, a disfrutar.
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