martes, 14 de diciembre de 2010

Democracia e información

 La base de la democracia es la existencia de una ciudadanía informada. Este es un axioma político que en este sistema secuestrado por los mercados y los intereses económicos no sólo se olvida, sino que incluso se intenta tergiversar. La idea que se lanza es que cuanto más desinformados estén los individuos más democrático es el sistema, y, de hecho, cualquier intento por proporcionar esa información es considerado un ataque contra la democracia, democracia que se identifica con los estamentos de poder político y económico. Se subvierten así sus mismas bases y se cae de lleno en un sistema totalitario que difícilmente puede revestirse de una máscara democrática.
 Como se imaginarán esta farragosa introducción viene a cuento de los documentos “secretos” del Departamento de Estado de los Estados Unidos revelados por Wikileaks y del destino, no por esperado menos indignante, de su creador.
 Los norteamericanos tienen muchas virtudes, pero también algún defecto. Quizás el más acusado sea creer que sus pautas morales deben ser compartidas por toda la humanidad. Resulta sintomático que el supuesto delito por el que finalmente se ha encarcelado a Julian Assange haya sido de carácter sexual. Quizás el puritanismo de origen de la sociedad estadounidense no le permita verlo –yo, sinceramente, confío en que sí- pero que todo esto es un montaje es algo que podría ver el más ciego de los ciegos. No voy a entrar en detalles porque sería algo así como tener que justificar que el cielo es azul.
  Internet es la más poderosa herramienta de comunicación jamás inventada. Y desde que se inventó, tanto los poderes políticos, por medio de la censura directa, como los económicos, a través del control de los servidores, han intentado neutralizar sus efectos. No hay más que ver como los medios de comunicación que han tenido acceso a los famosos documentos los están publicando con cuentagotas y en una sutil manipulación o, como expreso el diario El País, de forma responsable. El caso es impedir, de una manera o de otra, que los ciudadanos accedan directa y libremente al sitio de Wikileaks y decidan por sí mismos qué es relevante y qué no. Y el caso es que lo que aparece en esos documentos no debería de resultar extraño para cualquiera que tenga ojos en la cara. Si dejamos aparte la morralla de los cotilleos acerca de la salud mental de la Presidenta de Argentina o la operación de nariz del Presidente boliviano, todo lo que aparece en ellos era algo sabido, o al menos sospechado: que los Estados Unidos pagaron por trasladar a los presos de Guantánamo, que en la defenestración del juez Garzón intervinieron poderes que no eran los de la Falange o Manos Limpias, que el fiscal general del Estado no decidió por su cuenta no procesar a los asesinos de José Couso o que España apoya a Marruecos en el conflicto saharaui. Lo que resulta relevante es que todos los gobiernos y algunos periodistas hayan coincidido en que sacar a la luz estos documentos supone un peligro, no sólo para la seguridad de los Estados, sino para la labor de la diplomacia internacional. Eso supone admitir que el sistema global se fundamenta en la mentira, el engaño y la extorsión, cuando no en algo más grave como el asesinato. Algo que, por otra parte, ya sabíamos.
 Y con esto vuelvo al principio. Cualquier intento de acallar, controlar o desvirtuar un flujo de información es un ataque directo contra los fundamentos de la democracia. Pero ya se sabe que la información, el conocimiento, es poder, y cuantos menos la tengan mejor.

1 comentario:

Espe dijo...

Creo que eres el primero que "me da la razón" en el caso Assange... Los americanos se han enfadado y como en EEUU no es delito publicar datos veraces por libertad de expresión (caso aparte el hecho de cómo obtenerlos, Assange no ha firmado nada como que se compromete a guardar ningún secreto,quien le da esa informacion es otro asunto a tratar)y ya les da igual que se le "castigue" en EEUU que en Suiza o en Japón, pero que esté calladito. Una acusación, unos bIlletes bajo el escritorio y caso resulto.

Espero tu reflexión sobre la ley Sinde, ahora si que vas a ir a la cárcel.
http://juanandres.milleiro.com/la-ley-sinde-para-torpes/