sábado, 4 de diciembre de 2010

El fascismo del PSOE

 Este escrito se estructura sobre dos premisas que deben quedar claras desde el principio: 1) los controladores aéreos son trabajadores desde el momento en que venden su fuerza de trabajo a cambio de un salario, independientemente del sueldo que cobren. Eso es lo de menos para el caso que nos ocupa y quizás, sólo quizás, el problema no es que sus emolumentos sean muy altos, sino que los del resto de la población son muy bajos; 2) el asunto va mucho más allá del problema concreto de dicho colectivo, y se sitúa en unas esferas que afectan a toda la sociedad y son altamente preocupantes.
 La tendencia al totalitarismo del actual Gobierno se ha quitado la máscara. Ya no se trata de decirnos qué debemos hacer o pensar. Su última decisión con respecto al conflicto de los controladores aéreos cae directamente dentro de la definición de fascismo. Según la premisa 1) los controladores han defendido sus condiciones laborales frente a un decreto que no sólo privatiza la gestión de los aeropuertos españoles –algo que ya de por sí debería de haber sido objeto de una respuesta política- sino que además les obliga a recuperar las horas por baja médica o los permisos. La respuesta del Gobierno ha sido poner un sector civil bajo control militar, de tal manera que todos aquellos trabajadores que no acudan a sus puestos de trabajo pueden ser imputados por desobediencia a la autoridad militar y sedición. Esto es lo que hizo Franco en 1936: acusar de rebelión militar a todos aquellos civiles que no acataron su golpe de Estado. El señor Rubalcaba ha dicho que a los sediciosos les esperan graves penas de cárcel. Supongo que la Policía Militar irá a buscarlos a sus casas –preferiblemente por la noche para que no se arme mucho ruido- y serán juzgados y encarcelados. Un trabajador preso por defender sus derechos laborales es un preso de conciencia, un preso político, propio de los estados totalitarios. El señor Ministro de Fomento –que no sabe hacer la o con un canuto, literalmente, y además se jacta de ello- debería de saber que la población civil no está obligada a obedecer las órdenes de un militar. Y si algo parecido está recogido en la Constitución, entonces la Constitución es fascista. Dentro de la manipulación informativa a la que nos hemos visto sometidos en este asunto –escasamente dos minutos para dar la versión de los controladores frente a más de una hora contándonos lo mal que lo están pasando los que no han podido salir de vacaciones, cuestión importante dónde las haya- hemos podido escuchar como algunos trabajadores han sido obligados por las fuerzas militares a permanecer en su puesto de trabajo a punta de pistola. Esto debería ser suficiente para que cualquier miembro honesto de este Gobierno presentara su dimisión inmediata: si así no ocurre habrá que asumir que ninguno es honesto. Y por si a alguien le cabe alguna duda de que esta medida es una medida fascista baste como prueba que es la única de las que ha tomado este Gobierno que han aplaudido todos los medios de la ultraderecha.
 Pero según la premisa 2) el problema va más allá. Que nadie se llame a engaño: esto es un aviso para navegantes. A partir de ahora cualquiera que inicie una protesta contra las políticas antisociales del Gobierno sabe que corre el riesgo de ser militarizado y enviado a prisión. Médicos, profesores o cualquier otro colectivo de los que están viendo seriamente dañados sus derechos laborales por la política regresiva y, ahora lo sabemos, fascista de este Gobierno, pueden ser encarcelados si se atreven a abrir la boca. De hecho, yo mismo corro el riesgo de acabar en prisión según la nueva normativa que se prepara que prevé penas de cárcel para aquellos que insulten a los políticos en Internet –aunque que el señor Blanco no sabe hacer la o con un canuto no es un insulto, es la realidad-. Uno se pregunta por qué estas medidas tan contundentes no se tomaron hace unos años, nacionalizando los bancos y las empresas que estaban, supuestamente, en quiebra. En la República de Weimar el gobierno socialdemócrata mandaba a la policía a apalear a los trabajadores. Y todos sabemos como acabó aquello –por si el señor Blanco no lo sabe le diré que fue lo que dio pie al régimen de Hitler-. El Gobierno del PSOE sólo sabe tomar medidas contra los trabajadores. Esto se querrá entender o no. Pero, como dijo Brecht, cuando vengan a por los demás será demasiado tarde

3 comentarios:

Espe dijo...

Espero que no te moleste que "twittee" esta reflexión.

Saludos!!

Emilio Garoz dijo...

Dichosos los ojos. Por supuesto puedes hacer con él lo que quieras,está para eso. Esto sigue siendo libre aunque se empeñen en lo contrario. Un saludo.

Espe dijo...

vas a ir a la cárcel emilio xD y tendrás un techo digno y comida caliente todos los días del año. Procura portarte mal que ya sabes que por buena conducta te echan a patadas.
A ver para cuando unas cañas.