miércoles, 6 de julio de 2011

No hay quien lo entienda

 Ya he dicho alguna vez que el lenguaje es un reflejo de la realidad o, para ser más exactos, que nosotros captamos la realidad a través del lenguaje. Así que la mejor forma de tergiversar nuestra percepción de la realidad es corromper el lenguaje. Y como éste últimamente es monopolio de los políticos y de los medios de comunicación, que son quienes lo crean y lo modelan, hemos llegado a un punto en que la realidad sólo la entienden ellos, que son los que se la han inventado y los demás no nos enteramos de nada. Y da igual que tanto la realidad como el lenguaje resulten ajenos a toda lógica, porque la lógica, las reglas que rigen lenguaje y realidad, también se las han inventado ellos. Así que al final todo cuadra.
 En el affaire de Izquierda Unida en Extremadura los únicos que se han enterado de algo -según la nueva lógica social los que no se han enterado de nada- han sido las bases del partido que se han negado a que sus diputados voten al candidato del PSOE como presiente de la Junta. En todo este asunto, para empezar, hay una subversión del término “izquierda”. Que el Partido Socialista Obrero Español no es un partido de izquierda es algo que resulta evidente para cualquiera que, a la hora de realizar un análisis político, por simple que sea, sepa mirar más allá de las siglas. La “izquierda” no tiene como referencia un nombre, no es un metalenguaje, al menos si quiere ser izquierda política, sino unas actuaciones sociales muy concretas. Si una organización no lleva a cabo esas actuaciones –protección de lo público, aumento de las políticas sociales y defensa de los ciudadanos ante los poderes económicos y financieros- entonces esa organización no es de izquierda, por mucho que su denominación invite a pensar lo contrario. Así que cuando el señor Cayo Lara y la dirección federal de IU dicen que su partido apoyará a las opciones de izquierda, los militantes de la organización están siguiendo a rajatabla esa indicación: no apoyan al PSOE porque el PSOE no es izquierda. Es la dirección de IU la que está incumpliendo su propia orden al exigirles lo contrario.
 Y una vez manipulado el lenguaje se manipula la realidad. El hecho de que los tres diputados de Izquierda Unida en Extremadura se abstengan en el debate de investidura no quiere decir que entreguen el poder al PP. El PP ganará la presidencia porque ha conseguido más votos y más escaños que el PSOE, así de simple. Una vez desmontado el argumento según el cual IU debe votar al lado del PSOE porque es de “izquierda” la realidad vuelve a ser transparente. Cuando IU se abstiene lo que está haciendo es negar su apoyo a dos partidos que practican una política de derechas. Y si esto no se entiende es porque previamente se han puesto las bases para la ceremonia de la confusión en que se ha convertido la política española. Y al final nadie se entera de nada.
 Y si este análisis tan sencillo a algunos les resulta excesivamente abstruso propondré un último argumento mucho más cristalino y evidente. La última vez que IU corrió a entregarse con armas y bagajes a los brazos del PSOE, porque juntos obtenían una mayoría –de progreso, se decía- que podía apartar al PP del poder fue en Madrid. Por si no lo recuerdan les iré lo que pasó. Los diputados socialistas Eduardo Tamayo y Mª Teresa Sáenz decidieron abstenerse y no votar a favor de su candidato Rafael Simancas utilizando como excusa que no estaban dispuestos a pactar con los “comunistas” –la realidad es que habían sido sobornados por un grupo de constructores- . Esto provocó que Esperanza Aguirre –muy cuca ella- no aceptara la presidencia de la Comunidad para no gobernar en minoría, se convocaran nuevas elecciones y desde entonces no hemos sido capaces de quitárnosla de encima: parece mentira que los inteligentísimos dirigentes de Izquierda Unida no hayan aprendido una lección tan simple. Cuando uno da su voto a un partido político se lo da a ese partido no a otro ni a unos señores que luego puedan hacer con él lo que les de la gana. Los ciudadanos que votan a Izquierda Unida votan a Izquierda Unida, no al PSOE. Este es el significado del pilar de la democracia que se expresa como “un hombre, un voto”, mal que les pese a algunos analistas de los medios de comunicación "progresistas". Esos si que no se han enterado de nada.

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