jueves, 7 de mayo de 2015

Podemos o "Manolete si no sabes torear pa que te metes"



  Podemos ha empezado su andadura parlamentaria en territorio español alineándose con el PP para bloquear un gobierno de PSOE en Andalucía. Ahora me llamaran demagogo, pero es la pura verdad, o más bien el puro hecho. Si, claro , se me responderá, pero también Ciudadanos e IU lo han hecho y no se dice nada de ellos. De Ciudadanos es esperable, dentro de las premisas podemianas, pues es un partido de derechas más peligroso si cabe que el PP –no se han debido de dar cuenta, o lo han hecho pero prefieren no mentarlo demasiado, que Syriza ha pactado en Grecia con un partido de la derecha nacionalista (que viene a ser lo mismo que la ultraderecha)- e IU ya tiene experiencia en permitir gobiernos del PP, aunque en Extremadura fueron al menos más inteligentes y se abstuvieron: en Andalucía votan directamente no. Deben de pensar que con esta postura de fuerza y honestidad política sin par se va a olvidar que han sido socios de gobierno del PSOE, y que todos los escándalos de corrupción de la Junta de Andalucía son igualmente imputables a ellos, que formaban parte de ella. Pero Pablo Iglesias se ha hartado de decir –y yo me he hartado de escuchar -que su enemigo es el PP, porque ellos son los únicos que pueden plantarle cara, lo cual no casa muy bien con que, a la primera oportunidad, voten junto a ellos. También se puede aducir que el PSOE andaluz no acepta los 215 puntos de “sentido común” –nada menos- para las elecciones autonómicas con los que la dirección de Podemos nos ha regalado, aún teniendo en cuenta que las elecciones andaluzas fueron el 22 de marzo, lo cual supondría que Podemos concurrió a esos comicios sin programa. O quizás es que quieren reeditar la pinza que Julio Anguita –uno de sus últimos héroes y referentes (antes lo fue Jorge Verstrynge)- estableció con José María Aznar frente al gobierno de Felipe González -que ahora se ha convertido en el malo malísimo por intentar defender a un preso político venezolano: a quien se le ocurre, que lo fusilen, a él y al preso político- olvidando, o quizás no sabiendo, que todo es posible, que ese gallardo gesto costó a IU no volver a recuperar la posición política que había ocupado hasta entonces y quedar convertida en una fuerza marginal. Y hablando de IU, a lo mejor lo que pretende Podemos es emular su único éxito hasta ahora, que ha sido dinamitar a IU de Madrid y de paso a toda la organización nacional –que ahí sigue, con el infiltrado Garzón al frente (y quién piense que no es un infiltrado que se acuerde de la amiga Tania Sánchez) –dinamitando también al PSOE.

  Yo lo que pienso, en realidad, es que hay mucha diferencia entre ser profesor de Ciencia Política y ser un político, que la política es mucho más que la teoría política y que Podemos, simplemente, no sabe lo que está haciendo. No sabe que bloquear la gobernabilidad de Andalucía puede suponer unas nuevas elecciones y que unas nuevas elecciones es lo que está esperando el PP –de ahí que el señor Moreno Bonilla no pare de pedirlas una y otra vez-. Porque el repetir una elecciones es signo de inestabilidad política, y los ciudadanos, ante esa sensación, van a votar a aquellos que en el imaginario colectivo dan la impresión de ofrecer estabilidad y orden. Y esos, son el PP. Esto ya pasó en su momento en Madrid. Parece que toda la inteligencia que desplegaron los líderes de Podemos y que tanto les han alabado los medios para saber ocupar un espacio político –un espacio político que ya estaba ocupado, por cierto, y que ellos despejaron a codazos- les ha faltado cuando han tendido que enfrentarse a la política real y no a la de las aulas de la Universidad. Aunque yo, la verdad, nunca les he vista la inteligencia por ningún sitio –sí la capacidad de manipulación- como, por otro lado, tampoco se la he visto a ese otro gran genio político que parece ser Esperanza Aguirre. En fin, y para terminar, si que me gustaría saber si en una situación similar a la de Andalucía, un PSOE ganador pero con un margen estrecho, en Madrid o en Valencia, Podemos tomaría la misma postura, se alienaría con el PP e impediría el gobierno de un partido distinto a este último. Y es que cuando uno sale al ruedo de la política real hay que mojarse el culo, y además saber mojárselo. Y si no se sabe torear lo mejor es no meterse.

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