lunes, 4 de abril de 2011

Perlas económicas

 Ahora que eso de la economía sostenible se ha puesto tan de moda parece que todo el mundo tiene recetas novedosas y revolucionarias para sacar del atolladero a nuestro maltrecho sistema financiero. La verdad es que todas esas propuestas de novedosas tienen bastante poco y de revolucionarias menos, pero en el fondo da igual: de lo que se trata es de ejercer de forma digna y profesional el papel de salvapatrias y de paso ganar unos cuantos votos. Así que nadie tiene reparos en regalarnos un día si y otro también sus particulares perlas económicas.
 Hace unos días el presidente del Gobierno se reunió con los grandes empresarios y los representantes de la patronal para buscar una salida a la crisis. No está muy claro si la reunión se convocó por iniciativa personal del señor Zapatero o por presiones de los empresarios, pero el caso es que allí estaban todos. Que los que han provocado la crisis y además se han beneficiado de ella intenten dar formulas para salir de la situación es, o bien un chiste, o bien una tautología. Yo supongo que estaban allí para pedir, o exigir, más dinero público para sus negocios privados. Que un presidente de un gobierno tenga sus partes nobles agarradas por aquellos que pueden arruinar un país sólo con darle a una tecla de su ordenador es bastante comprensible. Pero desde luego ni de estas reuniones van a salir propuestas nuevas, ni van a contribuir a solucionar el problema.
 Cuando el señor Rajoy tuvo noticia del simposio nos ofreció su propia receta: no hay que juntarse con los grandes empresarios sino con los medianos y pequeños. Ya nos vamos acostumbrando a que en el programa electoral del PP figure en portada la palabra “Demagogia” en letras doradas. Y digo esto porque prefiero suponer que el líder del PP y todos sus aláteres son unos demagogos y no un tontos redomados. Cualquiera sabe que el motor económico de un país, los que invierten y crean empleo son los grandes conglomerados empresariales. El señor Rajoy sabe tan bien como yo que la economía de los Estados Unidos está sostenida por Wall-Mart, Texaco, Lockeed, Halliburton o Coca-Cola y no por el tipo que tiene un establecimiento de perritos calientes en Minessota o vende discos en Brooklin. Y sabe tan bien como yo que el mayor “emprendedor” norteamericano es Bill Gates y que Microsoft está donde está gracias a que ha quitado de en medio a todos sus pequeños y medianos rivales. Queda muy bonito dorarle la píldora a los pequeños empresarios para que le voten a uno, pero que no piensen que si gobierna el PP van a irles mucho mejor las cosas.
 Otra cuestión económica relevante que se está tratando estos días es la necesidad de financiación de las cajas de ahorros. Parece ser que la gran mayoría de ellas no llega a los mínimos de reserva que exigen los mercados y los grandes bancos a través del Gobierno. Ante esta situación, unas han optado por buscar inversores externos y otras, más de andar por casa, por acudir al fondo de rescate del Estado. Teniendo en cuenta que el Estado por sí mismo no tiene dinero y todo el que posee procede de los ciudadanos a través de sus impuestos y sus cuotas a la Seguridad Social, los que al final vamos a refinanciar esas cajas somos todos los contribuyentes. A lo mejor esta es una forma de relanzar a economía (al menos la de esas entidades), yo no lo se, pero puesto que el dinero que se va a utilizar para ello procede del bolsillo de todos, recomendaría a los que tengan una hipoteca es alguna de esas cajas que solicitaran un descuento en la misma equivalente al dinero de sus impuestos que van a ingresar vía Estado. Seguro que también es una forma de relanzar la economía, aunque las carcajadas de los directivos se podrían oír desde Tombuctú.
 Otro que no se ha enterado muy bien de que el dinero del Estado procede de los contribuyentes es el Presidente de Murcia, que en una reciente convención del PP ha lanzado la idea de que es necesario introducir el copago en la sanidad y la educación públicas, aunque la señora Sáenz de Santamaría se ha apresurado a afirmar que su partido no lleva esa propuesta en su programa electoral –si es que tienen alguno- no vaya a ser que se les pierdan los votos que tanto le cuesta conseguir al señor Rajoy. Habida cuenta de lo dicho anteriormente acerca de la procedencia de los fondos del Estado –y de las razones del señor presidente murciano al respecto de que ya está bien que siempre paguen los mismos- a mi la idea del copago no me parece mal, porque eso significaría que las grandes empresas privadas del campo de la sanidad y la educación iban a financiar parte de esos servicios públicos. Pero me temo que el señor Valcárcel no iba por ahí y no ha advertido que el famoso copago es irrelevante, porque los ciudadanos ya pagan la totalidad de la educación y la sanidad públicas. Más bien creo que lo que tenía en la cabeza era en realidad que el dinero público debe ir a parar a manos privadas y que luego la población pague a esas empresas privadas por servicios que deberían de ser públicos. Es decir, que pague dos veces. Lo mismito que piensa el señor Zapatero cuando regala dinero a los bancos.

No hay comentarios: