viernes, 1 de julio de 2016

Religión y renuncia al yo

La manifestación suprema de la renuncia al yo, de la negación de la propia individualidad, de la integración en la masa, en el rebaño, es la religión. Por eso toda religión en esencia es totalitaria. Y por eso toda religión, en esencia, no puede ser jamás inclusiva. La religión, por su propia definición, es siempre excluyente. O se es un creyente o se es el enemigo.

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