jueves, 23 de septiembre de 2010

Mala memoria

 Hay que ver la mala memoria que tienen nuestros políticos. Y no me refiero a una mala memoria como la que retrata George Orwell en 1984, donde el Gran Hermano borraba los recuerdos colectivos de la sociedad para hacerles creer que el pasado no había existido y que lo que ocurría en el presente era lo que había ocurrido siempre y ocurriría eternamente. No se trata de algo tan sofisticado. Es más bien una mala memoria más chabacana, más de andar por casa. Simplemente los pobrecitos no se acuerdan de lo que hicieron ayer y por eso dicen o hacen lo contrario, seguramente para cubrir todas las posibilidades y que sus lagunas memorísticas puedan pasar desapercibidas.
 Por ejemplo, el Gobierno no se acuerda de que hace unos meses bajó los salarios a los funcionarios –y por ende a toda la población, pues esta bajada, como era de esperar, ha supuesto un efecto dominó que ha afectado también a las empresas privadas- y ahora aprueba una subida de casi el cinco por ciento en las tarifas eléctricas de último recurso, que son las que pagan todos los ciudadanos particulares. Tampoco recuerdan las pobres criaturas que todas las grandes empresas han obtenido beneficios millonarios en el último trimestre y aún así siguen despidiendo trabajadores, y por ello a ellas no sólo no les aumentan el recibo de la luz, sino que ya se habla de crear un fondo para posibles nuevas operaciones de rescate.
 Algo debe de tener que ver también con los lapsos de memoria que nuestro inteligentísimo, pero desmemoriado, Presidente del Gobierno dijera no hace mucho que la solución al desempleo está en la formación, sin recordar que mantiene a ultranza unas leyes educativas que han convertido a nuestros jóvenes en los mayores analfabetos de Europa, o que gran parte de los ciudadanos que hoy se encuentran sin empleo u ocupan trabajos precarios son licenciados universitarios con una formación amplísima pero que no se pueden colocar sencillamente porque a los empresarios no les da la real gana de pagar los salaros que se corresponden, precisamente, con su formación. De hecho, sus fallos de memoria le llevaron no hace mucho a afirmar que el sector privado es el que ha sacado a España de la crisis, olvidado que fueron ellos los que la produjeron y fue su Gobierno, con el dinero de todos los españoles, el que sacó a flote a los bancos y las empresas y sobre todo olvidándose de que el país ni por asomo ha salido de la crisis.
 Tampoco deben andar muy bien de memoria esos políticos catalanes que hace unos días prohibían las corridas de toros y ayer blindaban por medio de una ley un espectáculo tan bárbaro y salvaje como los “correbous”. Alguno de ellos, incluso debe tener problemas de percepción de la realidad si no, no se explica que afirmara que los toros no sufren en esta tradición tan popular y tan catalana. Quien sabe, a lo mejor se lo ha preguntado a los animales, pero quizás si a él le ataran dos teas encendidas en la testa y le hicieran correr durante horas detrás de unos brutos más brutos que el bruto cambiaría radicalmente de opinión. Claro que la alcaldesa de Tordesillas debe compartir con él el problema, si no se explica que dijera que la matanza del Toro de la Vega, donde se alancea hasta la muerte a un toro, había sido un espectáculo limpio. Y qué decir de todo el PP entero, que se olvida sistemáticamente de que es el partido con más cargos electos imputados por corrupción y cada nuevo día nos presenta una imagen de formación inocente e impoluta.
 Por último, espero que no todos tengamos tan mala memoria como nuestros políticos y recordemos que la productora del “amiguete” Santiago Segura ha amenazado a los trabajadores del rodaje de esa obra maestra del cine mundial que será Torrente 4 con no volverles a contratar si secundan la próxima huelga general. Y es que la pela es la pela y eso si que no se le olvida a nadie.

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