El candidato socialdemócrata pidió que
no se impidiera gobernar a aquél que lograra reunir más escaños y al mismo tiempo
aseguró que no permitiría un gobierno del primer partido de la derecha.
El candidato populista se alió con los
comunistas pero no le gustaban las banderas comunistas en sus actos de campaña.
El segundo candidato de la derecha pidió
la dimisión del primer candidato de la derecha, pero no estaba enfadado con él.
El primer candidato de la derecha seguía
desaparecido, viviendo en su propio mundo interior.
El circo continuaba con
su exitosa gira. El público pagaba gustoso su entrada.
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