lunes, 6 de junio de 2016

Felicidad y cursilería

“La sonrisa de un país” es una cursilada. Y además no es un lema político, es una declaración filosófica. Ya no se trata de libertad, ni siquiera de justicia: se trata de la felicidad. Han descubierto que la felicidad es objetiva y no depende de los sujetos individuales –algo, que, por otra parte, ya había descubierto la religión hace mucho- y han encontrado la manera de hacer feliz a todo el mundo, el elemento científico, observable, que lleva a la felicidad –otro Dios-. Ellos nos marcarán el camino porque saben lo que es bueno para nosotros.  Así que a partir de ahora todo el mundo a ser feliz por decreto. Y pobre de aquél que, con Kant, pregunte: “¿qué ocurre si no quiero ser feliz?”

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