jueves, 16 de junio de 2016

Víctimas y verdugos

Se culpabiliza a la víctima y se victimiza al verdugo. Se transforma al culpable en inocente arrebatándole a éste no solo su vida, sino también su papel: su inocencia. La víctima es culpable por ser occidental, por ser francés, por ser homosexual, por ser judío. Es culpable por no denunciar al imperialismo y al capitalismo. Es culpable por no indignarse ante la desigualdad y la injusticia. Es culpable por llevar minifalda. Y la única condena moral posible al único acto auténticamente inmoral se encuentra siempre con la objeción de aquéllos que se sitúan en la cómoda superioridad que dan las consignas trasnochadas. Hasta que ellos también sean culpables. Hasta que se conviertan en víctimas. 

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